GIBRALTAR ES ESPAÑOL.
Sigue la controversia en el acuerdo sobre Gibraltar. La derecha española dice que es una traición a España. La derecha británica también dice que es una traición... al Reino Unido. ¿Quién tiene razón? ¿La derecha española o la derecha británica? ¿O tal vez las dos?
Más claro: ¿Picardo está contento? Lo está. Pues ya sabemos a quién beneficia el acuerdo.
Parece que se ha pactado con un gran consenso, cualquiera lo puede afirmar viendo que Feijóo no tenía ni idea de lo que hacía Sánchez, ni este contactó a aquel sobre una cuestión tan importante que afecta a la soberanía nacional y que lleva tanto tiempo discutiéndose. Ni comunicado, ni consultado, ni compartido. Gran consenso.
Los populares ven difícil frenar todo. La razón es evidente: cuando el pepero, todavía nonato en la actualidad, llegue al poder, no cambiará nada.
Aunque hay mucho por hacer, en el fondo no hay voluntad real de hacerlo, debido a que el PP es un partido conservador porque se dedica a conservar todo lo que hace el PSOE. ¡Y así de bien nos va!
Comparto que este Gobierno es una aberración formada por una coalición de perdedores que no representan a la mayoría, y que las formas no han sido las mejores, pero antes de oponerse a algo me gustaría que el partido que opta al "trono" mostrara un poco de prudencia y madurez, porque para fanatismos, improvisación y sinsentidos ya tenemos a este Gobierno.
Mientras Feijóo se molesta por definir prioridades, Sánchez ha conseguido quedarse con la brújula y envolver al gallego en un "totum revolutum" de idas y venidas, de casos y cosas, que tiene al popular sumido en un estrés "pretraumático" que le imposibilita optar por lo verdaderamente importante en esta realidad utópica que estamos viviendo.
Personalmente, no sé si creer que Gibraltar es español (todavía), pero lo sabré cuando se produzca el vaticinio de Hassan II, el que fuera padre del actual Mohamed VI: "No tenemos que enfrentarnos con España por Ceuta y Melilla. Ellos algún día recuperarán Gibraltar y entonces no tendrán excusas".
Mientras, la historia continúa. La ponencia aprobada por el PP en su congreso pide, en lo que al Sahara se refiere, "respeto por las resoluciones de Naciones Unidas", y Marruecos advierte a Feijóo por carta que debe "seguir los pasos de Sánchez".
Lo ha adivinado. "Los pasos de Sanchez" son Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Israel, la Unión Europea (Ursula von der Leyen)..., y el PP de Feijóo pide que se aplique la resolución de Naciones Unidas.
Marruecos es frontera de la Unión Europea y habrá que estar a lo que diga Europa, donde "gobiernan" el PP y el PSOE. Pero, en todo caso, quien va a decidir lo que tenga que pasar serán EE UU e Israel. Y Trump ya ha sido claro, aunque en lo de repatriar menas quizás vaya a estar de nuestra parte.
Aun así, Marruecos acaba de reactivar el Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla, asociación disuelta hace once años, para darle un tercer toque al PP. Atención.
Con la llegada (y permanencia) de Sánchez a Moncloa, estamos más cerca de perder Cataluña, el País Vasco, Ceuta, Melilla y, por supuesto, detrás vendrá Canarias, mientras Gibraltar, que estaba "a huevo" con el Brexit, ha volado.
Estamos, sin duda, en la etapa más nefasta de nuestra historia reciente. También en esto.
Una intuición: supongo que, cuando Sánchez ordenó la exhumación de Franco, confirmó que está definitivamente muerto, ¿no? Lo digo por eso de la "baraka", una especie de bendición divina que impedía que nada ni nadie acabase con su vida (el futuro jefe del Estado prefería atribuir este "toque divino" a la Providencia).
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