miércoles, 7 de agosto de 2013

POESÍA "AL CRISTO ROBADO"

AL CRISTO ROBADO
Fatigado he llegado a tu vera ¡mi iglesia¡
Cristaleras rotas y a través de los agujeros
No he visto tu rostro lacerado, exhausto
Ni tu cuerpo retorcido en la gran cruz
¡Ya no estabas allí¡ tan sólo el viejo madero
Cuajado de nudos y agujeros 
De la vieja encina de los regios montes
Del nevado Teleno, donde los vientos
De la estepa congelan el aliento del
Cansado caminante mientras los cabellos
Se perlan de las heladas brisas.
¡OH tristeza¡ desasosiego del corazón
Anhelante, deseoso de dirigir mi suplica
De peregrino cansado de una azarosa vida
Surcada por desgracias y pocas dichas
¡OH cristo ausente¡ ¿a donde te han llevado?
Ya no presides mi iglesia de juventud
Donde tantas veces eleve mis ojos
Suplicantes de ruegos y añoranzas
Donde el olor del incienso acompañado
De los acordes arrancados del  vetusto órgano
Por expertas manos de dedos ágiles
Que con movimiento acompasados
Se deslizaban por los viejos teclados
Han quedado tatuados en mi alma de juventud.
¡OH dulce cristo crucificado¡
¿ Quién en arrebato sacrílego, impío
De tu tronco te ajó, arrebató 
Para tu hermosa talla mercantilizar
Tu  talla románica en un cuarto oscuro.
¿Donde estaban tus guardianes,
Acaso han sido cómplices de tu hurto?
Tu que un día arrojaste del templo
A los mercaderes que habían
Convertido tu casa de oración en
Cueva de la ladrones, ahora tú fuiste
Objeto mercantil de hombres sin escrúpulos
Sin patria, ni familia ,sin Dios ni esperanza
Ya no sonarán  para ti más los acodes
Del viejo órgano  pues también fue arrebatado
Ha desparecido en el mismo viaje, día  o noche
De tu rapto por manos sacrílegas, taimadas
Asesinas de sentimientos y artífices de malas
Artes.¡Oh iglesia que desolada te has quedado¡
Ultrajada y escarnecida, desarbolada,  despojada
Con la pila bautismal rota en le suelo
Confesionarios arrancados y decoración para
Vender las ricas maderas, desolación ,
miseria. terror y abandono, dejadez 
rúbrica de una congregación destrozada
Por egoísmos, rivalidades, orgullos
Por el azufre y humo de Satanás.
¡OH señor perdónales¡ porque no supieron
 lo que han hecho ,su ambición los ha acercado
Al perverso Judas Escariote tan solo por treinta monedas
Te han traicionado ¡perdónales señor¡
 
Autor: José Ángel Miyares Valle