viernes, 23 de diciembre de 2016

martes, 25 de octubre de 2016

LA IGLESIA PROHÍBE ESPARCIR LAS CENIZAS DE LOS DIFUNTOS O TENERLAS EN CASA.

El Papa en la plaza de San Pedro.

La Iglesia prohíbe esparcir las cenizas de los difuntos o tenerlas en casa.



El incumplimiento de esta medida puede suponer la negación del funeral al fallecido.

La Iglesia católica sigue prefiriendo enterrar a los muertos, pero en el caso de que –por razones higiénicas o por la voluntad expresa del finado—se optase por la cremación, prohíbe desde hoy que las cenizas sean esparcidas, divididas entre los familiares o conservadas en casa. Según un documento redactado por la Congregación para la Doctrina de la Fe –el antiguo Santo Oficio-- y firmado por el papa Francisco, la prohibición pretende evitar cualquier “malentendido panteísta, naturalista o nihilista”.
El documento aprobado, que se titula Instruccion Ad resurgendum cum Christo y sustituye a otro de 1963, advierte de que "no se permite la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos". Y va más allá: "En el caso de que el difunto hubiera sido sometido a la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por razones contrarias a la fe cristiana, se le ha de negar el funeral". La Congregación para la Doctrina de la Fe justifica la elaboración de un documento así de drástico como reacción a las nuevas prácticas en la sepultura y en la cremación "contrarias a la fe de la Iglesia".

La conservación de las cenizas en el hogar solo se contemplará "en casos de graves y excepcionales circunstancias", o cuando una persona lo pida "por piedad o cercanía", ha explicado el consultor de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el español Ángel Rodríguez Luño, en la rueda de prensa de la presentación del documento. Para la Iglesia, "la conservación de las cenizas en un lugar sagrado ayuda a reducir el riesgo de apartar a los difuntos de la oración". Además, "se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas".
Según la Congregación para la Doctrina de la Fe, las cenizas deben mantenerse "por regla general en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente. El prefecto de la Congregación, el muy conservador cardenal alemán Gerhard Mueller, llegó a decir durante la presentación del documento: "Los muertos no son propiedad de los familiares, son hijos de Dios, forman parte de Dios y esperan en un campo santo su resurrección".
Aunque la Iglesia admite que "no ve razones doctrinales" para prohibir la cremación --"la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo", el secretario de la Comisión Teológica Internacional, Serge-Thomas Bonino, la calificó como "algo brutal", por tratarse de "un proceso que no es natural, sino que interviene la técnica y que además no permite a las personas cercanas acostumbrarse a la falta de un ser querido".
ES PARA QUE NO DESAPAREZCA LA FE Y EL RESPETO A LOS MUERTOS ,NI SU RECUERDO AL MENOS UNA VEZ AL AÑO POR LA FESTIVIDAD DE LOS DIFUNTOS.

viernes, 8 de abril de 2016

EL PAPA ABRE LOS BRAZOS A LOS DIVORCIADOS

El Papa junto a una pareja recién casada en el Vaticano

El Papa abre la Iglesia a los divorciados que vuelvan a casarse´.Francisco dice en su exhortación apostólica sobre la familia que "nadie puede ser condenado para siempre"

Durante su exhortación apostólica sobre la familia, el papa Francisco se dirige a los divorciados vueltos a casar para decirles que “no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir y madurar como miembros activos de la Iglesia”, y advierte de que “ya no es posible decir que todos los que se encuentran en una situación así llamada irregular viven en pecado mortal”. Jorge Mario Bergoglio asegura que “nadie puede ser condenado para siempre”, y añade: “No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión, sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren”. El Papa pide al clero amplitud de miras y misericordia a la hora de discernir quién puede tener derecho a los sacramentos: “Es mezquino detenerse solo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general. A los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas, sino el lugar de la misericordia del Señor.”
La exhortación apostólica Amoris Laetitia, de 261 páginas en su versión en español, recoge e interpreta las consideraciones expresadas por los obispos durante el Sínodo de la familia, pero está llamada –muy en el estilo de Francisco—a incomodar a los sectores más intransigentes de la Iglesia. Como si ya oyese al coro de los descontentos, Bergoglio advierte: “Un pastor no puede sentirse satisfecho solo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones irregulares, como si fueran rocas que se lanzan sobre la vida de las personas”. A esos pastores los califica como “corazones cerrados”, que se esconden detrás de las enseñanzas de la Iglesia “para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas”. El Papa llama a analizar las condiciones de cada caso, y advierte: “Es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda creer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia”. Y añade, pero solo a pie de página, pese a la importancia de la cuestión: “En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos”.
No obstante, y “para evitar cualquier interpretación desviada”, el Papa recalca que “de ninguna manera la Iglesia debe renunciar al ideal pleno del matrimonio cristiano, reflejo de la unión entre Cristo y su Iglesia, y que se realiza plenamente en la unión entre un varón y una mujer” que “se donan recíprocamente un amor exclusivo” y “hasta la muerte”. El párrafo siguiente del capítulo octavo dice: “Otras formas de unión contradicen radicalmente este ideal, pero algunas lo realizan al menos de forma parcial y análoga”. Bergoglio recoge la propuesta de los padres sinodales de “valorar los elementos constructivos en aquellas situaciones que todavía no corresponden o ya no corresponden” a la figura del matrimonio. A partir de ahí, el Papa advierte sobre las “dos lógicas que recorren toda la historia de la Iglesia, marginar y reintegrar”, y advierte de que, “desde el concilio de Jerusalén en adelante, el camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre y difundir la misericordia de Dios a todas las personas que la piden de corazón sincero, porque la caridad verdadera siempre es inmerecida, incondicional y gratuita”.
El Papa también hace autocrítica sobre ciertas actitudes rígidas de la Iglesia que han provocado rechazo: “Debemos ser humildes y realistas para que reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas y la forma de tratar a las personas han provocado lo que hoy lamentamos (…).Muchos no sienten que el mensaje de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia haya sido un claro reflejo de la predicación y de las actitudes de Jesús que, al mismo tiempo que proponía un ideal exigente, nunca perdía la cercanía compasiva con los frágiles, como la samaritana o la mujer adúltera (…). Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas”.
La exhortación, al hilo del Concilio Vaticano II, se muestra a favor de “una positiva y prudente educación sexual” para niños y adolescentes “conforme avanza su edad” y “teniendo en cuenta el progreso de la psicología, la pedagogía y la didáctica”, pero se pregunta si las “instituciones educativas [de la Iglesia] han asumido este desafío”. Después de abogar por una información sexual que desarrolle un “sentido crítico” frente a “la invasión de propuestas” y de “pornografía descontrolada”, el Papa defiende el “sano pudor” y critica que, “con frecuencia”, la educación sexual se concentre en una invitación a mantener un “sexo seguro”. “Esta expresión”, sostiene la exhortación apostólica, “transmite una actitud negativa hacia la finalidad procreativa natural de la sexualidad, como si un posible hijo fuera un enemigo del cual hay que protegerse. Así se promueve la agresividad narcisista en lugar de la acogida. Es irresponsable toda invitación a los adolescentes a que jueguen con sus cuerpos y deseos, como si tuvieran la madurez, los valores, el compromiso mutuo y los objetivos propios del matrimonio. De ese modo se los aliente alegremente a utilizar a otra persona como objeto de búsquedas compensatorias de carencias o grandes límites”.
Aunque la exhortación apostólica no se detiene a analizar el escándalo de la pederastia dentro de la Iglesia, el Papa no deja pasar la ocasión para advertir de que “el abuso sexual de los niños se torna todavía más escandaloso cuando ocurre en los lugares donde deben ser protegidos, particularmente en las familias y en las escuelas y en las comunidades e instituciones cristianas”.
BRAVO POR EL PAPA, ERA INCOMPRENSIBLE QUE LA CURIA SE OPONGA A SALVAR A LAS OVEJAS DESCARRIADAS, COMO NO VAN ESTAR VACÍAS LAS IGLESIAS SI SUS PASTORES ESPANTAN EL REBAÑO, HAN OLVIDADO LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS.

domingo, 27 de marzo de 2016

sábado, 16 de enero de 2016

LOS EXORCISTAS TIENEN LOS DÍAS CONTADOS

El cura José Antonio Fortea en una de sus oficinas en Alcalá de Henares

Los exorcistas tienen los días contados

El sacerdote demonólogo José Antonio Fortea asegura que se viven los últimos tiempos del exorcismo, una práctica criticada tanto fuera como dentro de la Iglesia.

En una pequeña oficina en Alcalá de Henares, el sacerdote José Antonio Fortea, parece haberse dado por vencido. Con un gesto de pesadumbre dice: “Vivimos los últimos años del exorcismo”. Si lo dijera cualquier otro cura, quizás no tendría el mismo significado, pero lo afirma Fortea, que aunque actualmente no ejerce como exorcista, sino que se dedica a escribir libros, es el rostro más visible de esta práctica en España. Este experto en demonología fue durante mucho tiempo el único que atendía casos de supuestos posesos.
En España, el 26% de las 69 diócesis tienen un exorcista, según el estudio Exorcismos. Fuentes y teología del Ritual de 1952, publicado en 2011. Su autor, el cura Antonio Doñoro, dijo en una entrevista en el sitio web religionenlibertad.com ese mismo año, que la cantidad le parecía insuficiente y lo acachaba a que “muchos sacerdotes no creen en los exorcismos”. En Madrid hay ocho, según el Arzobispado de la capital, uno por cada vicaría.
En marzo pasado, los medios de comunicación contaban una noticia que ha supuesto un golpe para los exorcistas. El cura Jesús Hernández Sahagún de Valladolid era llamado a declarar como imputado por el caso de una joven que había sido exorcizada en al menos 10 ocasiones cuando era menor de edad y estaba bajo tratamiento psiquiátrico. Hernández fue quien practicó los rituales y los familiares de la joven fueron quienes pusieron la denuncia, en la que aseguraban que la menor había sido maltratada física y psíquicamente en las sesiones. Este es el primero caso en el que se judicializa esta práctica realizada por un sacerdote católico en España. Por ahora, la denuncia ha sido archivada.
Aquella demanda judicial es la razón que lleva a José Antonio Fortea a no titubear en su aseveración. Llegará antes o después y entonces habrán perdido: “El exorcismo desparecerá de Europa”. Lo más probable, asegura, es que alguien que no siguió hasta el final después vaya a un psiquiatra y este le aconseje que demande a la Iglesia por haberle “metido en la cabeza” que estaba poseído. “E iremos a los tribunales y los obispos no nombrarán a nadie”, afirma. Ante un juez, él está seguro de que los psiquiatras dirán que sí, que esta práctica provoca algún daño. No se equivoca. El psiquiatra Sergio Oliveros Calvo, del Grupo Doctor Oliveros, dice que no existe un solo documento científico que apoye la naturaleza sobrenatural de un fenómeno de posesión diabólica. Hasta ahora, explica que los casos a los que ha tenido acceso la ciencia demuestran que se trataban de fenómenos psicopatológicos o neurológicos. “El enfoque religioso de estos casos retrasa el diagnóstico y el tratamiento de patologías tratables por lo que pueden, en efecto, suponer una negligencia y un daño demandable judicialmente”.
A diferencia de Fortea, el cura Luis Santamaría del Río, miembro de la Red Iberoamericana de Estudios de las Sectas (RIES), no cree que sea el fin. Sí reconoce, sin embargo, que la práctica vive tiempos difíciles. “Quizás porque no se toma en serio el tema. Fuera de la Iglesia parece algo de otro tiempo; y dentro es algo discutido”. “No sabes la lucha que ha habido, por dentro y por fuera”, reconoce Fortea. Algunos creen que la Iglesia da una “impresión medieval” y otros que es un tema que no va más allá de la superstición. Sea como sea, Santamaría del Río, está seguro que se seguirán practicando, aunque cree que la Iglesia tendrá que extremar medidas de prudencia, seguridad y garantías legales.
Fotograma de 'El exorcista', de William Friedkin (1973).
No existen cifras sobre cuántos exorcismos se realizan en España. Fortea cuenta que durante sus casi 10 años en esta práctica recibía entre cinco y seis personas al día, pero aclara que la mayoría de los casos no tenían nada que ver con posesiones diabólicas y que cuando era necesario, los remitía a psicólogos o psiquiatras. “Por nuestra parte no existe ninguna hostilidad, ni competencia, al revés, les enviamos los casos que no tienen que ver con lo nuestro. Son algunos psiquiatras los que se ponen rabiosos contra nosotros”. Pero, ¿cómo se sabe quiénes tienen al diablo dentro? El ritual de exorcismo menciona algunos de los supuestos indicios: “hablar varias palabras de un lenguaje desconocido, o entender al que las habla; hacer patentes cosas distantes y ocultas; demostrar una fuerza superior a la edad o a su condición natural”. Fortea dice que la persona “se vuelva como loca, como una bestia. Comienza a revolcarse por el suelo, a echar baba y el demonio habla a través de ella”. Esas características, sin embargo, afirma el psiquiatra Oliveros perfectamente pueden ser síntomas de un padecimiento psiquiátrico.
En España, el 26% de las 69 diócesis tienen un exorcista, según un estudio publicado en 2011
Según el Arzobispado de Madrid, los posibles casos de exorcismos implican un proceso de discernimiento largo, en el que intervienen "personas espirituales y profesionales de la psiquiatría”. Oliveros no da crédito y asegura que hasta que exista un comité científico formado por neurólogos, psiquiatras y psicólogos que examine los supuestos casos de posesión diabólica, creerá en esas palabras. “Ya han sido varios los casos de supuestas posesiones diabólicas en las que se ha confirmado la existencia de una esquizofrenia, un trastorno límite o histriónico de personalidad y más recientemente una encefalitis autoinmune por anticuerpos antireceptor NMDA”.
Hace cuatro años, The British Medical Journal publicó un estudio que afirmaba que los síntomas de esquizofrenia todavía estaban siendo catalogados como posesiones demoníacas por algunos sacerdotes. La publicación se basaba en el caso de una española que padecía este trastorno y que le habían practicado varios exorcismos.
Fortea no tiene dudas, está convencido de que el diablo existe. Nunca le ha visto, tampoco le ha escuchado, pero dice saber sabe que está ahí, que merodea, que busca, y que a veces se mete en el cuerpo de las personas. Cree, no porque le parezca racional, sino porque lo dice la Biblia. “Si no lo hubiera dicho la Biblia no lo habría creído”. Mientras tanto, para el doctor Oliveros, el hecho de que esta práctica tan antigua aún esté siendo utilizada solo puede tener una explicación: ignorancia.

El ritual exorcista

Durante 400 años, desde 1614, la Iglesia Católica utilizó el Rituale Romanum para realizar exorcismos. El rito tuvo varias actualizaciones y su última edición fue en 1952. Hace 16 años, en 1999, se publicó uno nuevo, que fue criticado por muchos curas por su supuesta ineficacia. Entre ellos estaba el famoso padre Gabriele Amorth.
La Iglesia permite la utilización de los dos. Santamaría del Río comenta que una de las diferencias entre ambos es la “fórmula ritual”. Con el anterior, el sacerdote se dirige “al diablo” para ordenar que salga de la persona; con el de ahora, le pide a Dios que libere a la persona. Además, el exorcista solo puede realizar la práctica cuando tenga la certeza de que se trata de una posesión. Los líderes religiosos insisten que este método está basado únicamente en oraciones y en el uso de agua bendita y una cruz. “No hay tortura”, asegura Fortea.
EL`MAL NOS ACECHA SIEMPRE EN CUALQUIER LUGAR, HOY EN DÍA EL MAL ESTÁ MUCHO MAS EXTENDIDO EN LA TIERRA QUE NUNCA. GUERRAS, MALTRATO SOCIAL, POBREZA, GUERRAS DE RELIGIÓN, EUTANASIA, ABANDONO DE PERSONAS MAYORES ETC, ETC.. EL MAL ESTÁ TRIUNFANDO SOBRE EL BIEN

viernes, 8 de enero de 2016

Extrañas Experiencias Justo antes de la Muerte



VEAN ELVIDEO:Una serie de fenómenos extraños se producen en el instante previo a la muerte, uno de ellos es el llamado “Slow Time” en el que el sujeto encontrándose en peligro de muerte inminente comienza a observar como el tiempo se ralentiza cientos de veces y aprecia como su entorno se presenta a cámara lenta, durante ese tiempo, la persona, puede recapacitar y pensar los movimientos necesarios para salvar su vida, pensar en acontecimientos de todo tipo que se han sucedido o incluso las repercusiones de su muerte, son muchísimas las personas que han tenido esta experiencia, hasta tal punto que en los años 70, la sociedad alpinista suiza elaboró un informe con los casos en los que algunos alpinistas hablaban de accidentes mortales en los que se les presento este misterioso fenómeno.
En el siguiente video, vamos a hablar de este intrigante asunto y contaros una serie de impactantes experiencias que he tenido la oportunidad de conocer de primera y segunda mano.
Esperamos que os guste.